Asi que, no pares,
de hablar en los momentos en los que yo igual no contesto,
no hables,
en los momentos en los que sólo espero que me susurres a los ojos,
no susurres,
siempre que lo que sientas te remueva el interior a gritos,
no grites,
cuando sean las miradas el único camino,
y no camines,
sin dejar espacios para disfrutar antes del destino.
Premonitorio? o simplemente cíclico?
A veces me sorprendo a mi mismo...
;-)
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