A cuenta de cierto "retrato" que me han hecho hace poco, he pensado en hablar un poco sobre mí. La verdad es que soy alguien raro, tan raro como cualquiera que trate de ser uno mismo, de ganar en coherencia día a día y de mirar al futuro con optimismo y cierto aire soñador.
La verdad, es que soy un piscis en toda regla, me veo ampliamente reflejado en muchas de las características que se les atribuyen a esos pececillos curiosos: soñador de día y romántico de noche (vamos un 4, creo), cabezota, amigable, ¿inteligente? y un largo etcétera del que ahora no me quiero acordar...
Por otro lado, he recibido un regalo del que nunca espero deshacerme: un estilo de vida. Ciertamente, me inquietan tremendamente los temas sociales y la verdad creo que ya he traspasado esa barrera que te transforma: el voluntariado pasa de ser una experienca más que te atreves a probar y que te parece curiosa a ser ese estilo de vida que marca gran parte de mis rasgos... pero no queda ahí, sigo aprendiendo, leyendo, reflexionando... siempre en la medida en que mi propia estructura vital me lo permite para no ser "uno más que se apunta el tanto y a la moda del voluntariado"... porque no te puedes quedar estancado en una forma de ser voluntario (que es lo que les pasa a quienes se hacen voluntarios sólo por moda o sólo por probar, si no lo hacen algo suyo, acaba desvanenciedose con el tiempo en el fragor de la batalla de nuestra vida diaria), al igual que no te puedes quedar estancado en los quince años...
Pues sí, el voluntariado va evolucionando, cambiando según te vas formando y tu sentido crítico se agudiza... al final maduras cuando vas cerrando etapas en ciertos lugares y no termina ahí, y buscas tu lugar en otro lado donde tus virtudes y carencias puedan ser de utilidad.
Bajando al plano más humano, soy un puto desastre. Creé este pequeño templo para obligarme a escribir más a menudo y bueno... tampoco esta siendo para tanto... menos es nada pero cierto es, que podría ser más.
En lo que escribo, mucha música y mucha gente reflejada, pero a través de palabras que a veces pecan de ser "demasiado elevadas"... para gustos colores y cuanto menos escriba, menos mejorará... la crítica constructiva es siempre bien recibida.
Utópico, amante de la verdad y un montón de cosas más que no sería capaz de sintetizar en unas líneas, sirva esto para dotar a este caos de cierta coherencia comprensible que te permita disfrutar un poco de unas vagas ideas y poco más...
;-)
Mikel, antes que crítica alguna, por más constructiva que esta tratase de ser, yo lo que te mando es ánimo.
ResponderEliminarPor poco que te prodigues, al menos a mi, lo que cuentas y dejas ver me parece interesante.
Por lo demás... yo a la coherencia (que veo que la mentas mucho) la tengo tanto respeto como miedo.
Creo en la coherencia como objetivo, pero no he conocido a nadie mentalmente sano en el que el pensar y el actuar vayan a la par.
Siempre uno va por delante, y así debe ser. Cuando van de la mano es porque llevamos las riendas muy tensas...
Todo este rollo viene a cuento de que, en el fondo, me he sentido muy identificado con algunas de las cosas que comentas, y me he dicho... pues a abundar en ellas.
Lo dicho. Déjate ver más por tu templo.
Un abrzo.
jLuis,
ResponderEliminarte agradezco que siempre tengas una sabias palabras que reconforten...
evidentemente la coherencia es el objetivo, un horizonte al que apunto porque en el caminar siempre va uno por detrás... sin culpabilidad y con esperanza
espero dejarme ver más a menudo, ciertamente...
Un abrazo,
;-)