11 de diciembre de 2012

Queridos Derechos Humanos








En la Franja de Gaza:
Queridos Derechos Humanos,
Este año me he portado bien.
He ayudado a mi madre en las tareas del hogar. He cuidado de mi hermano. He ayudado a mi abuela. Y aún y así amigos y familiares mios han resultado heridos o han muerto bajo el fuego de los bombardeos.
En algún lugar cercano a las fronteras con Siria:
Queridos Derechos Humanos,
Este año he sido bueno.
He ido todos los días a la escuela. He hecho los deberes responsablemente. He estudiado todas las semanas. Hasta que tuvimos que coger lo que pudimos y salir de casa a toda prisa por miedo a que nos pasara algo malo. Ahora me dicen que tengo que esperar hasta que me den permiso para volver a una nueva escuela.
En Myanmar:
Queridos Derechos Humanos,
Este año he sido una chica muy formal.
He ayudado todas las semanas a mis vecinas a cargar el agua de la fuente que esta a 5 kilómetros de nuestra casa. Ahora son ellas las caminan varios kilómetros para acercarse al centro de salud más cercano a ver si hay suerte y puede venir a visitarme un médico pronto.
En la República Democrática del Congo:
Queridos Derechos Humanos,
Este año he sido ejemplar, mientras he podido.
Me he llevado bien con todos mis compañeros. He jugado limpio al futbol con ellos. Les he ayudado en lo que he podido con las tareas. Hasta que un día me llevaron y ahora me veo obligado a empuñar un arma y hacer todo lo que se me ordena.
En una zona rural de Colombia:
Queridos Derechos Humanos,
Este año he sido muy buena. 
Voy a la universidad a la vez que trabajo para sacar adelante a la familia y forjarme un futuro mejor. Además, soy voluntaria durante los fines de semana en una organización de mi barrio. Ahora tengo que esconderme y he pedido asilo porque he empezado a recibir amenazar por denunciar la corrupción que nos rodea.
En alguna ciudad de Grecia:
Queridos Derechos Humanos,
Este año hemos sido muy buenos.
Hemos trabajado durísimo por un sueldo de mierda a lo largo de jornadas interminables que duraban varias semanas seguidas para poder brindar el mejor futuro posible a nuestros hijos. Ahora estamos en la calle, como muchos otros, sin tener muy claro por qué, sin ser responsables de ello y con un futuro incierto por delante.

Porque los Derechos Humanos no son premios que han de ganarse, haciendo méritos para ello.
Porque los Derechos Humanos son universales, independientemente de quién seas y en dónde vivas.
Porque los Derechos Humanos no son un mito o ciencia ficción o una fábula o una figura literaria.
Porque los Derechos Humanos son aplicables los 365 días del año.
Porque los Derechos Humanos no entienden de guerra, intereses políticos, religiones o sexos.
Porque los Derechos Humanos no diferencian (dis)capacidad, raza o género.

Sea esta un pequeño homenaje a todas aquellas personas cuyos derechos son vulnerados sistemáticamente día a día durante los 365 días del año y, pese a todo, nos dan ejemplo de vida, de fuerza, de resistencia, de resiliencia y de sonreir (a veces incomprensiblemente) ante la adversidad, a todos aquellos sujetos activos del devenir de sus vidas, digan lo que digan. De igual manera, que sea también tributo a quienes se dejan la piel y la vida, algunas veces literalmente, por la búsqueda y la defensa de los derechos humanos tanto de sus comunidades como de terceras personas.

Tanto a los unos como a los otros: sois mis ídolos y el espejo en el que, algún día, me gustaría poder verme reflejado. Os admiro.


*Ayer, 10 de Diciembre se celebró el Día de los Derechos Humanos en conmemoración del aniversario de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. 

Referencias:
Imagen 1: Reyes Magos ante el Muro de Belen - (link via Google Images)
Imagen 2: Flower Chucker, de Banksy - (link via Google Images)

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