31 de julio de 2007

Globalizacion, capitalismo y ecología... (hasta luego)

[Con este texto me despido hasta septiembre... no es que haya hecho demasiado hasta la fecha pero después de 11 meses de trabajo... me merezco un tiempo para desconectar... además, me voy a un lugar de donde espero poder traer valiosas reflexiones sobre la cultura árabe y el mundo musulman (asi como alguna foto interesante...)]

Cae en mis manos un ejemplar del pasado fin de semana de la revista abajo citada, donde me recominendan encarecidamente que lea, por curioso e interesante, el artículo [1].

La verdad es que me he quedado pensativo, lo suficiente como para dedicarle una reflexión en la que voy a tratar de ordenar mis pensamientos acerca del asunto...

Para empezar, trato de conseguir la versión digital del artículo, cuando me topo con otro (el [2]), de hace 2 años... lo cual aún me da más que pensar...

En breve lo que comenta el artículo es la, cuando menos curiosa, iniciativa de Douglas Tompkin de vender una empresa de ropa de monte de gran renombre (y grandes ingresos) para comprarse unas parcelitas en la Patagonia que ahora mismo suman 900.000 hectáreas (he tratado de buscarle un equivalente, pero he acabado desistiendo) para (cito textualmente) "(...) protegerla, sobre todo de las compañías madereras". Aquí es donde siento el primer impacto: ¿acaso sólo un acaudalado magnate de sesentaitantos años puede frenar que se esquilme ese paraje?

Luego es cuando se compara el caso con otros personajes, no menos estrámbóticos, desde quien organiza los tours de pesca con mosca más caros del mundo, hasta cierto emperador textil italiano que tiene su terrenito de pastoreo donde se crían unos pocos cientos de miles de ovejas (esto no es una hiperbole).

En fin, dejando aparte las excentricidades de los magnates, la "locura por lo verde" que parecen compartir o el hecho de que Tompkin parezca ser un "(...) gringo antiglobalización que echa pestes del FMI" quedan ciertas cosas en el aire a as que convendría darle un par de vueltas.

Es verdad que el artículo hace que simpatices con el hombrecillo en cuestión pero... las grandes preguntas siempre acaban surgiendo ante ciertos detalles : qué pasará con esas tierras después? Por qué un individual puede comprar terrenos de tierra tan grandes que puede dejar temblando la propia soberania del país? A mi me recuerda al sistema de acciones... al final quien más terreno (acciones) tiene, es el propietario de la nación (empresa)... porque tiene mayor peso que el resto y puede bloquear ciertas iniciativas...

Hasta donde vamos a llegar? Acaso todo esta en venta? un país no debiera pertenecer a sus ciudadanos? En que momento del camino nos olvidamos del poder del pueblo? Estamos hablando de ecología, política o negocios?

En fin, como siempre, muchas preguntas y tan pocas respuestas...

Referencias

[1] "Los Reyes de la Patagonia", C.M Sánchez, XLSemanal, 29Jul'07, nº1031, pp 38-44
[2] "Los Reyes de la Patagonia", C. Alonso, La Nación (Chile), 21Sept'05

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